martes, 3 de septiembre de 2013

Alergia a la felicidad

Hay personas alérgicas a la felicidad. No me refiero a que sean serias, de músculos faciales complejos o con una roca por corazón. No. Te digo realmente que existe gente que no puede ser feliz. Son incapaces, no existe en su ser la potencialidad de ser felices porque no lo han sido nunca. Ojalá no estés tú entre ellos.

El otro día leí unos artículos que hablaban sobre la existencia de gente tóxica. La verdad que no ha sido el descubrimiento del año, pero me hizo gracia el enfoque. Personalmente creo que ese tipo de personas tóxicas existen porque no pueden ser felices. Y de ahí que sean alérgicos. Muchas veces les parece que son felices, que han entrado por la puerta grande en la vida y que todo es maravilloso. Tan solo es el espejismo hedonista y egoísta. Tan solo se equivocaron de puerta. Creen gozar la plenitud de su vida, de lo otorgado, del derecho a ser ellos mismos sin importarles su situación. Buscan la meta del corto del plazo, un placer puntual para sentirse bien y seguir así el resto de sus vidas con un propósito: ir sumando pequeños granitos de bienestar personal, de comfort y de ausencia de dolores. Parece que no saben que el me apetece es una prolongación de medidas a corto plazo, sin meta alguna, que se suceden y no llevan más que a dar vueltas en el mismo círculo vicioso. Parece que no saben que rendirse al disfrute y al descanso de la religión "no hacer nada" lleva a incapacitar tus capacidades y habilidades, te aparta de cualquier éxito. Parece que su vida da pena y que ellos se creen la última Coca-Cola del desierto.

Estas personas están entre nosotros. Nos rodean, nos las cruzamos en el metro y en bar, en la calle y en la universidad, y, Dios no lo quiera, en nuestras familias. Puede que sean amigos tuyos, posiblemente beban café frío. Parecerá que te quieren y que harían cualquier cosa por ti, te jurarán amor eterno. Desengáñate. Serán amigos tuyos porque les interesa. Te querrán cuando ellos así lo deseen. Harán cualquier cosa por ti porque ellos se beneficiarán. Te jurarán amor eterno con tal de mantener tu leal y verdadera amistad. Buscarán llenar su vacío con tu felicidad o con cualquier cosa que les apetezca. 

No son así porque ellos quieren. Es más, desearían poder ser felices y no pueden porque les han educado en una vida cómoda, alejando cualquier dificultad, sufrimiento o penalidad por lástima a verlos sufrir. Posiblemente jamás hayan pasado una mala época en su vida. Para ellos felicidad es sinónimo de good feeling. No se han enterado que en esta vida se va ha sufrir sí o sí y que nadie te puede proteger de eso, nadie puede esconderse toda la vida del sufrimiento, porque éste llega sin preguntar.

Si conoces alguno y realmente le quieres, ayúdale. Hazle ver que para ser feliz hay que empezar por servir, por buscar todo ese "bienestar" en los demás, en aquellos a quienes quieres. Dile que está sediento de amor y que está bebiendo agua salada marca "YoMíMeConmigo", y eso nunca le saciará. Que el camino costará, nunca es tarde. Que los mejores momentos de la vida no se tiene en cuenta el lugar o condición, sino la compañía. Que la felicidad no está en el cuando, sino en el mientras. Y que, por muy alérgico que seas a la felicidad, siempre encontrará su mejor antídoto en ti, su amigo y su hermano.